martes, 27 de marzo de 2007

Biblioterapia


¿Qué es biblioterapia? ¿De donde proviene el término? Algunas interrogantes como éstas, relacionadas al concepto, provocan incertidumbre en el lector que recién conoce el término. A pesar de que el concepto biblioterapia es un vocablo que recientemente ha tomado popularidad, tiene su origen en la Antigüedad y la Edad Media. La palabra por sí sola sugiere que tiene relación con libros y tratamiento. El lexema de la palabra es biblio, el cual se utiliza para referirse a todo material bibliográfico y terapia significa un medio para curar o restablecer. Otras personas denominan el concepto como “lectura con fines curativos”. Con el propósito de entender el concepto, debemos conocer la evolución del término y los dos tipos en que la clasifican: la clínica y la personal.

El estudio de la historia es un proceso que nos place y más cuando al analizarla podemos hacer conexiones con el diario vivir y darle explicaciones a situaciones como en éste caso, comprender un término y su función. Si investigamos sobre la historia y el origen de la palabra biblioterapia, encontramos que en la antigüedad los egipcios localizaban sus bibliotecas en templos que nombraban “Casas de vida”, lo que significaba centro de conocimiento y espiritualidad. En la entrada de la biblioteca grababan la frase “Remedios para el alma”. El vocablo remedio se relaciona con el término terapia, por lo que al interpretar la frase podemos deducir que se refiere a la sanación del espíritu. Los griegos compartían la misma línea de pensamiento que los egipcios, consideraban que la lectura era un remedio para el alma. En cambio los romanos utilizaban las bibliotecas con fines curativos, cuando la recomendaban como desarrollo cognoscitivo de los pacientes. La lectura entre pacientes se popularizó como medio terapéutico y a finales del siglo XIX se comenzó a utilizar con enfermos mentales. Con el tiempo nuevas investigaciones en el campo de la medicina dejaron sin efecto la biblioterapia y fue sustituida por medicamentos.

En los últimos años el concepto ha cobrado vida y le han adjudicado dos funciones. La primera es la que se conoce como clínica. El objetivo de la biblioterapia clínica es ofrecer un tipo de ayuda o alternativa a las personas con serios problemas de comportamiento social, emocional y ético. Se espera que las personas que son sometidas a este tipo de intervención logren mejorar sus actitudes y comportamiento, lo que a su vez les conduce a llevar una vida social más saludable. El tratamiento se ofrece por lo general en hospitales o en clínicas de salud mental, puede ser en grupos o individualmente. El equipo que se encarga de ofrecer este tipo de terapia es multidisciplinario, desde psicoterapeutas y médicos hasta bibliotecarios. El proceso consta de presentar una literatura que se relacione con el problema a tratar, con el propósito de aclarar las dudas que puedan tener los participantes y por consiguiente, tomen decisiones conforme al comportamiento social esperado.

El segundo tipo se conoce como biblioterapia para el desarrollo personal. Este tipo de tratamiento se ofrece con fines correctivos y preventivos. Se trabaja con personas que buscan ayuda y se puede utilizar con grupos homogéneos. El objetivo es el desarrollo de la personalidad y la adaptación social del individuo. Mediante las terapias se trabaja el desarrollo y crecimiento de las personas, para que tengan la capacidad de solucionar situaciones que puedan surgir eventualmente en su diario vivir. Este tipo de tratamiento se lleva a cabo generalmente en escuelas, bibliotecas públicas, centros comunales o religiosos. El bibliotecario puede acudir a sicólogos, educadores, orientadores o trabajadores sociales para que le ayuden con el proceso de identificar las situaciones, la literatura y el tratamiento. Se utiliza lecturas de ficción y didácticas. La literatura de ficción se utiliza para identificar impresiones en el participante, comportamientos, proyecciones con el personaje, como expresa sus emociones y el auto reconocimiento de las situaciones presentadas. Es más un proceso de observación, con el propósito de identificar las situaciones de las personas o del grupo en general. Por el contrario, las lecturas especializadas son seleccionadas con especial cuidado, de acuerdo a las necesidades del grupo o el individuo y la edad.

Finalmente, podemos entender que la biblioterapia es un recurso para trabajar con personas que necesitan moderar comportamientos sociales o desarrollar su personalidad. El tratamiento les ayuda a conocerse así mismo y a pensar antes de actuar. Tomando como referencia las situaciones sociales que vivimos todos los días se debe proliferar el uso de ambos tipos de tratamientos y los educadores deben involucrarse en el proceso.

jueves, 22 de marzo de 2007

Napoleón Hill (1883-1970)

Se le conoce a Napoleón Hill como el padre de la ciencia del éxito, debido a que fue el primero es establecer el enunciado “Superación Personal”. Su historia se remonta a 1883, cuando nació un 26 de octubre en Wise County, Virginia. No nació en cuna de oro, por el contrario su familia era pobre. Temprano en su niñez perdió a su madre, cuando a penas tenía 10 años. Su padre contrajo nupcias nuevamente, pasados dos años de la muerte de su madre. Para este tiempo contaba con 12 años y contarios a otras madrastras, la de Hill fue excepcional. Su madrastra transformó su vida, lo que Hill le agradece a Dios todo poderoso; indica que ella fue su bendición.

A los 13 años se convirtió en reportero para un periódico local y con el dinero que ganaba entro a la Escuela de Leyes. El sueño de ser abogado no lo pudo finalizar, debido a su condición financiera. Continuó escribiendo artículos y en 1908 su carrera cambio. Para este año como parte de una serie de reportajes sobre hombres famosos conoció a Andrew Carnegie, uno de los hombres más ricos de la historia. Durante su entrevista a Carnegie, Hill descubrió que el proceso del éxito podría ser elaborado en una simple fórmula que las personas promedios tendrían la posibilidad de ponerla en práctica. Hill le agradó a Carnegie, por lo que éste le comisionó sin paga; lo que le ofreció consistía en proveerle cartas de referencia para que pudiera entrevistar alrededor de 500 personalidades exitosas de ambos géneros. Muchas de las personalidades que Hill entrevistó eran millonarios. La intención de entrevistar a tantas personas exitosas era comprobar la formula que le había descrito Carnegie y publicarla.

Carnegie decía que esa formula había sido utilizada por los líderes de negocio e inventores de finales del siglo 19 y que si se la podían enseñar a los estudiantes, el tiempo de estudio se reduciría a la mitad. La premisa de Carnegie es que cualquier cosa en la que tu mente se concentre, tu mente lo atraerá a ti. La posición de este ser humano famoso es que si tienes un deseo lo suficientemente fuerte la mente lo atraerá a ti y no te detendrás hasta lograrlo. En otras palabras serás persistente. El resultado de alrededor de 25 años de entrevista fue el libro publicado por Hill en los años treinta del siglo XX. En un principio lo que Hill publicó consistía de ocho tomos, los cuales hoy no están disponibles y se compilaron en el libro “Piense y hágase rico”. Esta obra esta diseñada no solo para lograr la estabilidad financiera, sino también para lograr la íntima satisfacción que permite el equilibrio personal y la riqueza del espíritu.

Sus investigaciones y los libros que publicó lo sitúan como el más prestigioso autor de autoayuda y superación. Napoleón Hill dedicó su vida a enseñar a personas de diferentes clases sociales dispuestas a aportar sus ideas e ilusiones a cambio de lograr el éxito empresarial y espiritual. Es interesante resaltar que personalidades famosas de estos tiempos, los cuales sus propiedades están cotizados entre riquezas de 900 millones a 1 billón, indican que su éxito se lo deben al libro “Piénsalo y hágase rico” de Napoleón Hill. El libro presenta los siguientes 17 principios para lograr el éxito:
1. precisión de objetivos
2. genio creador
3. una personalidad agradable
4. fe aplicada
5. recorre un kilómetro más
6. trabaja en equipo
7. visión creadora
8. autodisciplina
9. exactitud de pensamiento
10. aprender de la derrota
11. atención controlada
12. iniciativa personal
13. entusiasmo
14. dedicación de tiempo y dinero.

Me gustaría resaltar los principios 1, 3, 6 y 10. Cada uno de estos principios los hemos trabajado en las últimas semanas, ya sea porque fue nuestro tema o debido a que al realizar los comentarios le contestamos a los compañeros. Es curioso ver como trabajamos indirectamente con algunos de los principios del libro y ahora entender que cada uno está presente en nuestro diario vivir, lo que se necesitas en enfocarnos y seguirlos como debe ser, para lograr nuestra realización personal y espiritual. El principio uno lo analizamos en los escritos que tenían que ver con la educación en valores, cuando reconocimos que el sistema educativo puertorriqueño contempla en su currículo la enseñanza en valores y que es el objetivo hacia el que debemos enfocarnos. El tres tiene que ver con la humildad y la soberbia. El seis tiene que ver con todos los temas, si no trabajamos en equipo no podemos combatir los males sociales que nos aquejan y se permitirá la soberbia, por consiguiente la perdida de valores y las ofensas. El trabajo en equipo es vital para tener el privilegio de servir. Por último el principio diez nos remonta a los escritos: se aprende de los errores y se aprende todos los días. Este principio es imprescindible para la formación de ser humano y el éxito.

A pesar de que Hill publicó otros libros el más reconocido es “Piénselo y hágase rico”. No he leído el libro, pero espero hacerlo pronto. Te invitó a que lo leas tú también.

sábado, 17 de marzo de 2007

Educación + Valores = Carácter

La sociedad en la que vivimos hoy, enfrenta una serie de situaciones en las que es necesario que el ser humano tenga una base sobre la moral para poder salir airoso ante los eventos que puedan surgir. Razón por la que es importante educar en valores. La formación que reciba el ser humano sobre lo correcto y lo incorrecto es esencial para la forma en que proceda. Por tanto, esto nos lleva a una ecuación que finaliza de la siguiente forma: educación + valores = carácter. La palabra clave en esta ecuación es que el estudiante adquiera o conozca los valores o principios de carácter ético y moral para que pueda desempeñarse en la sociedad que le rodea como un ser íntegro y que no imite lo que ve a su alrededor , si lo que ve no es lo que moralmente se considera correcto. A continuación me dispongo a discutir en detalles cada una de las partes de dicha ecuación.

Cuando hablamos de moral, según el diccionario esencial de la lengua española (2000), nos referimos al conjunto de principios que dirigen y juzgan el comportamiento de una persona o una colectividad. Cualidad de lo que se considera bueno o recto. L. Kohlberg es el exponente más reciente de la teoría del desarrollo moral. Su enfoque es cognitivo evolutivo. Cognitivo porque se entiende que la educación moral requiere de procesos de razonamiento y evolutivo debido a que es un proceso a través de estadios morales. Los estadios morales se dan como consecuencia de la interacción entre el yo y el otro, lo que lleva a la educación moral a pasar de un estadio a otro, como un movimiento ascendente mediante el proceso del razonamiento. Para Kohlberg (1987), la moralidad es “el producto de una preocupación humana universal por la justicia, la reciprocidad o la igualdad en la relación de las personas entre sí”. En otras palabras es la preocupación del ser humano por identificarse con sus semejantes y sus relaciones interpersonales. Para lograrlo es necesario pasar por los estadios de razonamiento moral y ponerse en el lugar de las personas en conflicto. El razonamiento lleva al ser humano a tomar decisiones, lo que se conoce como el contenido del juicio moral. Cada uno de los estadios tiene un contenido cognoscitivo, formal y universal. Cognoscitivo porque se justifica con razones, formal debido a que el juicio moral hace referencia al tipo de razonamiento y universal porque el juicio se base en principios generales y todos los criterios de razonamiento. Según Kohlberg (1987), la meta debe ser alcanzar los estadios superiores, debido a que cada vez que se avanza un estadio se llega a alcanzar estructuras de justicia más adecuadas y universales. Expone que todas las culturas son comunes en la forma de relacionarse socialmente, en la toma de roles y de conflictos cognitivos. Sustenta este enunciado cuando hace referencia a la tradición racional o liberal, la cual expone que la moral está basada en principios universales, que sirven de guía para tomar decisiones. Kohlberg piensa que es necesario considerar el ambiente y la atmósfera que rodea el niño, para estimular el desarrollo moral. Finalmente nos dice que el método para fomentar el desarrollo moral es propiciar la discusión sobre la moralidad, lo que lleva al niño a pasar por el proceso de raciocinio de un estadio a otro hasta alcanzar los estadios superiores.

Luego de analizar la teoría de Kohlberg, entendemos que para educar al niño sobre los valores que le ayudarán a formar su carácter es indispensable analizar su entorno. La educación según el diccionario antes mencionado, es una formación dirigida a la adquisición de conocimientos o al desarrollo intelectual, social, moral, cívico, etc. de las personas. Como educadores sabemos que para contribuir a que el estudiante adquiera al conocimiento o lo desarrolle es necesario partir de una experiencias previas. Experiencias en este caso que deben ser de su diario vivir. Se puede enseñar valores al exponer al estudiante a situaciones conflictivas ante las que tengan que presentar soluciones. Luego se puede clasificar las soluciones en correctas o incorrectas. Además, de presentar las posibles repercusiones que puede traer cada acción.

Finalmente, podemos definir el carácter como el modo de ser de cada persona, que la hace distinta de los demás. Las personas desarrollan su personalidad mediante la formación que reciben en la educación y los valores que adquieren y hacen suyos para dirigir sus vidas. Podemos sintetizar lo antes expuesto en las siguientes palabras: el carácter no se forma de la noche a la mañana, es necesario educar en valores para que el individuo adquiere una serie de conocimientos que formen su personalidad y pueda ser un ser humano de provecho para la sociedad que tanto los necesita hoy.

viernes, 16 de marzo de 2007

Ofendemos a quien queremos

Normalmente nos enfadamos con las personas que más queremos. Es posible que eso ocurra debido a que son las personas con las que mantenemos contacto frecuentemente. Ofender a un ser querido es una situación que genera una serie de controversias y que puede tener desenlaces fatales, de los que luego nos podemos arrepentir. Cuando un conflicto surge es que posiblemente el diálogo no fluye como debiera ser y no controlamos nuestros impulsos. Podría enumerar una variedad de excusas que ofrecen las personas como respuesta a dicha situación. Mencionaré las más frecuentes y refuto las mismas con las que a mi juicio podrían ser las respuestas a este dilema.

Entre las excusas más frecuentes que escuchamos están las siguientes: es que no entiendes lo que quiero decir, no me comprendes y piensas que yo no se nada, crees que lo sabes todo, yo se lo que te estoy diciendo, tú no sabes nada. Ante un conflicto lo más fácil es tratar de buscarle justificaciones a la conducta incurrida. Pocas veces aceptamos que no procedemos de la forma correcta y tratamos de defendernos constantemente. La mayoría de los seres humanos entienden que lo que piensan es lo correcto y no son tolerantes ante los comentarios de las otras personas. Cuando hablamos de tolerancia nos referimos a respetar las opiniones y prácticas de los demás, aunque no coincidan con la forma de pensar nuestra. La tolerancia es una cualidad que muy pocas personas han desarrollado, razón por la que existe tantos conflictos en la sociedad. Vivimos en una sociedad donde las competencias están presente continuamente, por lo que el individuo pretende saber o por lo menos creer que tiene más conocimiento que las personas que le rodean. Existen seres humanos que son inflexibles, en otras palabras presumen lo que dicen es lo correcto y a pesar de entender que están equivocados no dan su brazo a torcer. Dicho de otro modo son seres egocéntricos, personas que piensan primero yo, segundo yo y tercero yo. Me atrevo a decir que el egocentrismo es un mal que aqueja a más de dos cuartas partes de la sociedad. Lo que nos lleva a otro tema y es que muchos seres humanos han perdido el respeto por sus semejantes y prefieren ofenderlos antes que respetar su punto de vista.
En muchas ocasiones queremos decir algo y no sabemos como hacerlo, lo que nos lleva a expresarlo de la forma incorrecta. Cuando indico que lo expresamos de la forma incorrecta, a lo que me refiero es a que no utilizamos las palabras correctas para exponer nuestro punto de vista y ofendemos a los demás. Otra situación conflictiva es cuando hablamos sin pensar y ofendemos a los demás, por lo que es necesario reflexionar y analizar con quien estamos hablando. Otro punto que no podemos obviar es medir las palabras antes de hablar. A veces hablamos a la ligera y no medimos las consecuencias. Durante la etapa de la adolescencia es cuando esta situación es más evidente. Los cambios ante los que se encuentran los adolescentes generan una serie de inquietudes en estos. Inquietudes que les hacen sentir que son los dueños del universo y que lo saben todo. Los padres sienten que sus hijos son seres humanos extraños, debido a sus abruptos cambios y por tanto intentan protegerlos. En su afán por protegerlos tratan de orientarlos y lo que consiguen son ofensas por parte de los seres que más aman, sus hijos.

Muchas veces perdemos a las personas amadas por no entenderlas o intentar comprenderlas.
Las situaciones en las que se ofende a un ser querido traen consigo una serie de repercusiones. Repercusiones que nos lastiman y las que nos hacen reflexionar. Luego de ofender, sentimos muchas veces cargos de conciencia por la acción incurrida. Muchas veces la reflexión nos lleva a no incurrir nuevamente en una situación similar. En ocasiones es difícil sanar las heridas del otro y perdemos los lazos que eran fuertes entre las dos partes. Cuando esto ocurre el sentimiento de culpa es mayor y deja una amarga sensación. Para evitar ofender a los seres queridos es importante aprender a escuchar, tener tolerancia hacia los comentarios de los demás y aceptar nuestras culpas cuando provocamos situaciones indeseables. A pesar de que en este escrito tratamos el tema de las ofensas hacia los seres queridos, no podemos olvidar que tampoco debemos ofender a nuestro conocidos o a cualquier otro ser humano. No olvidemos que somos hechos a semejanza de un creador y debemos respetarnos unos a otros. Evitemos situaciones indeseables aprendiendo a dialogar con los demás. Es lamentable incurrir en situación que provoquen desavenencias. Lo importante es tener presente que debemos pensar antes de actuar, por lo que aprender a escuchar es lo primordial.

jueves, 1 de marzo de 2007

Los estudiantes no tienen cerebro

El pasado verano obtuve una plaza de español en el Departamento de Educación de Puerto Rico. Estaba muy contenta y me dirigí a la oficina para hablar con la que sería mi supervisora. Para mí sorpresa, la maestra que dejaba la plaza vacante se encontraba dialogando con ella. La supervisora le pidió a la maestra que me orientara sobre la escuela y los estudiantes. La maestra me indicó que los estudiantes eran un desastre tanto en el área académica como en las relaciones sociales. Cuando le pregunté por las novelas que habían en la escuela, me dijo que no me preocupara mucho por eso. Me impresione ante su contestación, lo que ella inmediatamente percibió y añadió que lo que los estudiante lograrían leer sería únicamente lo que leyeran conmigo. También dijo que la comunidad era de escasos recursos y la mayoría de los estudiantes de educación especial.
Cuando llegué a mi hogar le comenté a mi esposo y mi madre sobre la convesación que sostuve con la maestra. Además, que no sabía si había tomado la decisión correcta al aceptar la plaza. Yo tenía una plaza de educación especial y la había cambiado por una de salón regular y con estudiantes de nivel intermedio en una escuela rural. A pesar de que tenía experiencia trabajando con estudiantes de educación especial me preocupaba lo que podría encontrar con los estudiantes que no pertenecían a dicho programa. Tanto mi esposo como mi madre me indicaron que no cruzara el río antes de llegar y que ellos tenían confianza en mí y lo que podía lograr. Luego de la conversación con ellos me sentí mejor.
Decidí esperar a que comenzara el año escolar. Cuando comenzamos en agosto estuve detenida en la fase de exploración. La comunidad es bien especial y los problemas sociales que arrastran los estudiantes contribuyen al poco desempeño en las tareas escolares en el hogar. No había pasado dos semanas cuando comprobé lo errada que estaba la maestra que habían tenido los estudiantes el año anterior. Pero, entendí que los estudiantes no respondían a las tareas en el hogar y que hablarles de lectura y escritura era como una maldición. Cambie las estrategias y comence a utilizar juegos, diferentes actividades de avalúo y módulos instruccionales. Un día les pedí que se reunieran en grupos de cuatro y que escribieran un diálogo sobre lo que quisieran para presentarlo a la clase. La escritura tenía sus criterios, entre los que se encontraba el uso correcto de las reglas de acentuación. A los estudiantes le agradó la idea y comenzaron a escribir. Al cabo de tres días finalizarón sus escritos y procedieron a presentarlos al grupo. La experiencia fue maravillosa y la disfrutamos todos. Mediante los escritos conocí mucho más a los estudiantes y su entorno social. Además, les demostré que tienen la capacidad para escribir y que únicamente tienen que dejar fluir sus ideas. Ellos sí tienen cerebro, pobre es el maestro que no lo descubra.