domingo, 29 de abril de 2007

Ricardo Alegría Gallerdo, baluarte de la cultura puertorriqueña

El idioma oficial y las costumbres de Puerto Rico son elementos culturales que durante años han sido temas controversiales. Aún se mantiene el español como idioma oficial en la isla del encanto, Puerto Rico. Con orgullo respaldamos nuestro idioma y la cultura puertorriqueña, por lo que la Fiesta Nacional del Idioma Español, se celebró en Puerto Rico del 23 al 27 de abril de 2007. Éste año se le dedicó al baluarte de la cultura puertorriqueña, a un gran historiador, antropólogo y arqueólogo, Don Ricardo Alegría Gallardo. Ricardo Alegría nació el 14 de abril de 1921, en el Viejo San Juan. Lugar donde posteriormente realizó sus estudios primarios y secundarios. Entre 1941-1942 fundó y dirigió La Revista Caribe, siendo aún estudiante de bachillerato. En 1942, obtuvo un bachillerato en Arqueología en la Universidad de Puerto Rico y en 1947 una maestría en Antropología e Historia en la Universidad de Chicago. Años más tarde obtiene el grado doctoral en Antropología en la Universidad de Harvard.

Su basta experiencia y su incansable labor las ha puesto al servicio de Puerto Rico. Fundó y dirigió importantes instituciones, entre las que se encuentran el Instituto de Cultura Puertorriqueño y el Centro de Estudios Avanzados de Puerto Rico y el Caribe.
Ha creado varios proyectos, de los cuales la mayoría han sido pioneros y con una visión hacia el desarrollo de las artes y la histografía. En sus numerosas excavaciones en la Cueva María de la Cruz en Loiza, en el Parque Ceremonial de Cagüana en Utuado y en el Convento de los Dominicos ha encontrado interesantes hallazgos. Las reliquias encontradas datan de la era Pre – Colombina, las cuales evidencian la existencia de los indios arcaicos e ingerí en la isla. Otro estudio pionero fue sobre las costumbres relacionadas a la celebración de las fiestas de Santiago Apóstol, el cual fue presentado mediante un documental. Éste y otros documentales realizados por Don Ricardo, resaltan nuestra herencia africana.

Como Director del Instituto de Cultura Puertorriqueña llevó a cabo grandes proyectos. A través del Instituto de Cultura se fomentaron programas culturales de gran valía para el pueblo puertorriqueño. Por ejemplo, los programas de teatro, música, los centros culturales y museos. Uno de los más importantes fue el de preservar los monumentos históricos del Viejo San Juan y luego otros de la isla. Los proyectos culturales promovidos por éste hombre han sido innumerables. Podemos destacar la gestión para lograr la apertura de varios museos y promover exhibiciones sobre nuestra herencia y talleres en todas las expresiones del arte. Estas iniciativas promovieron el establecimiento de la Escuela de Artes Plásticas.

Conocer el legado de Don Ricardo es entender la cultura puertorriqueña en toda su máxima expresión. Entre sus obras se encuentran: Historia de nuestros indios (obra de propósito educativo a nivel elemental, 1950), La fiesta de Santiago Apóstol en Loíza Aldea (1954), Los renegados (cuento, 1963), Cuentos folclóricos de Puerto Rico (1967), Descubrimiento, conquista y colonización de Puerto Rico (1969), El Fuerte de San Jerónimo del Boquerón (1969), “The three wishes: a collection of Puerto Rican folktales” (1969), “History of the Indians of Puerto Rico” (1974), “Discovery, conquest and colonization of Puerto Rico 1493-1599” (1974), Apuntes en torno a la mitología de los indios tainos de las Antillas Mayores y sus orígenes suramericanos (1978), entre otros.

Les he mencionado algunos de los proyectos culturales iniciados por Don Ricardo Alegría, pero créanme que su contribución es mucho más extensa. Es uno de los principales responsables de la conservación del patrimonio cultural puertorriqueño. Parte de su legado está plasmado en los libros que ha escrito y los documentales que ha realizado. No podemos dejar de mencionar que recientemente reinauguró junto al gobernador el Archivo General y Biblioteca Nacional de Puerto Rico, entidad que hace años él fundó y que luego de un largo periodo en que se mantuvo cerrada para su restauración abrió sus puertas nuevamente al público. El Archivo es la institución en la que se preserva la memoria colectiva del puertorriqueño.

Finalmente, nos debemos sentir orgullosos de que Don Ricardo Alegría Gallardo sea puertorriqueño. Es un hombre digno de admirar y emular. Es un ejemplo para la juventud que se forma hoy. Puerto Rico tiene un problema de identidad cultural, debido al colonialismo al que ha sido sometido, por lo que es necesario documentarnos sobre nuestras raíces y agradecer a hombres como Don Ricardo Alegría que las ha plasmado en sus escritos. Les invito a reflexionar con éste pensamiento: “conozcamos más nuestra cultura y los hombres ilustres del país, de ello depende el futuro”.

lunes, 23 de abril de 2007

El aprendizaje del inglés en Puerto Rico, debe ser …

La falta de identidad cultural ha traído consigo una serie de dilemas en cuanto al idioma en Puerto Rico. La lengua materna se ha visto amenazada en los pasados años, también el aprendizaje del inglés en Puerto Rico, ante la eventualidad de si debe o no, ser opcional. Puerto Rico siempre ha sido un territorio expuesto a disputas de dominio e identidad cultural y nacional. Tomando en consideración que el 25 de julio de 1898 ha sido una fecha inmemorable para todos los puertorriqueños ante el cambio de poder sobre nuestra isla y la imposición de una nueva cultura, podemos deducir que la enseñanza del inglés se vislumbra no como opción y si como obligación. En otras palabras nuestra vida política, educativa, económica, y recreativa depende del idioma inglés, lo que no podemos pasar por desapercibido es la importancia de cultivar y preservar nuestra lengua vernácula; utilizar el inglés como segundo idioma y mantener el español como nuestra lengua oficial.

Para entender como afecta a Puerto Rico y a sus residentes el utilizar el inglés, necesitamos conocer parte de la historia. Comencemos por analizar que durante la guerra hispanoamericana de 1898, los Estados Unidos vencen a los españoles, finaliza el régimen español y ambos países firmaron un armisticio, conocido como el Tratado de París. Mediante los acuerdos firmados en el tratado, Puerto Rico pasó a formar parte de los Estados Unidos, hecho que provocó grandes transformaciones en la forma de gobierno de la isla. Primeramente el gobierno estadounidense aprobó la ley Foraker en 1900, ésta estableció un gobierno civil organizado en tres poderes: la rama ejecutiva, la legislativa y la judicial. La ley Jones de 1917 le otorgó la ciudadanía norteamericana a los puertorriqueños. Del 1898 al 1946 los gobernadores de la Isla fueron estadounidenses. En el 1946 Jesús T. Pinero llega a ser el primer gobernador puertorriqueño y bajo la enmienda a la ley Jones en 1948 Luís Muñoz Marín se convierte en el primer gobernador puertorriqueño electo por el pueblo. Mediante la ley 600 se eligieron delegados de los diferentes partidos y se redactó la Constitución del Estado Libre Asociado y el 25 de julio de 1952 fue aprobada. Bajo la constitución se rige nuestro sistema de gobierno, el cual esta ligado a los Estados Unidos. En el presente tenemos representación a través del comisionado residente. Razón suficiente para que todos los puertorriqueños puedan entender que el inglés es un instrumento de utilidad para defender nuestros derechos.

La constitución nos otorga una serie de derechos y deberes, entre estos se encuentra el derecho a una educación libre y no sectaria. La resistencia de muchos a no aprender inglés viene de la imposición de los estadounidenses en un principio de la instrucción a través del idioma como parte de un plan dedicado a la creación de un territorio leal a los Estados Unidos. No fue hasta 1949 que el español recobra su fuerza como idioma oficial para impartir la educación, quedando el inglés como asignatura obligatoria en el proceso de enseñanza. Vivimos en un mundo donde la era cibernética y biotecnológica se han apoderado del mundo, por consiguiente no podemos olvidar que es el inglés el líder en las ciencias, tecnología, los negocios y la diplomacia. Por consiguiente el inglés no puede estar separado de la educación, para poder competir con la globalización en el ámbito profesional y en lo personal mediante la socialización.

La economía de un país depende en su mayoría de las relaciones comerciales que tenga con otros países a través de tratados de libre comercio y Puerto Rico no es la excepción. A pesar de que nuestra actividad económica es dirigida casi en su totalidad por el gobierno estadounidense, no podemos olvidar que el inglés es el líder mundial en los negocios y en las relaciones diplomáticas, razón suficiente para aprenderlo como segundo idioma y defender los intereses económicos de la isla. Además, nuestra bella isla depende también del turismo que en su mayoría proviene de países de habla inglesa o que lo mantienen como segundo idioma.

Nos guste o no la televisión puertorriqueña a pasado a un segundo plano en la escala de intereses de la juventud. Es mediante cable TV, o otros servidores de satélites que nuestros jóvenes pasan parte de su tiempo observando programas de entretenimiento. La mayoría de los programas son dictados en inglés, lo cual es una oportunidad para que aprendan dicho idioma.

Por último no podemos cerrar nuestros ojos ante la realidad, será imposible, siempre encontrarás una razón para aprender inglés. Si miras a tu alrededor encontrarás palabras en inglés en letreros, la información en los enlatados que llevas a la casa, en las medicinas, en las películas y en muchas otras más. Al igual que nosotros otros países han tomado medidas educativas para adiestrar a su población mediante el idioma que ha sido considerado universal, el inglés, para poder competir en lo que hemos llamado globalización. Debemos aprender bien nuestra lengua vernácula y no olvidar que mediante el dominio de dos idiomas se puede adquirir mayor conocimiento y logros para nuestra tierra, sin dejar de ser puertorriqueños.

miércoles, 11 de abril de 2007

Ayudemos al adolescente


La adolescencia es un período en la vida del ser humano en la que ocurren grandes cambios. Es una etapa por la que cada persona tiene que pasar. Uno de los cambios es la transición de la escuela elemental a la intermedia. En el proceso de adaptación al nuevo escenario escolar el adolescente se enfrenta a una serie de curiosidades, confusiones y problemas. Comienza el tiempo en que tiene que enfrentar situaciones y tomar decisiones. Es una etapa difícil de enfrentar y entender. Ha dejado la etapa de la niñez para entrar a una nueva, donde no es adulto, pero pretende serlo. Los jóvenes intentan actuar como el adulto y tomar sus propias decisiones, no permiten que nadie decida por ellos. En la práctica de la toma de decisiones, la mayoría de las veces cometen muchos errores, que sin imaginarlo pueden traerles consecuencias en el futuro. Algunas de las situaciones ante las que se enfrentan tienen que ver con los cambios hormonales que experimentan, su identidad y problemas sociales tales como: droga, delincuencia, prostitución y presión de grupo. Muchas veces la toma de decisiones incorrectas les lleva a comenzar a ausentarse a sus clases continuamente, lo que puede implicar llegar al fracaso académico y en el peor de los casos a la deserción escolar.

El adolescente sale de la etapa de la infancia, periodo que comprende de los seis a los doce años, para experimentar una serie de cambios en su cuerpo. Un cuerpo extraño que cambia continuamente y el que genera nuevas inquietudes. Comienza la atracción por el sexo opuesto y en ocasiones por personas del mismo género, ya que aún se encuentran en la búsqueda de su identidad. En muchas ocasiones comienzan a tener relaciones sexuales, sin conocer las consecuencias y las precauciones que deben tomar para protegerse. Consecuencias que pueden implicar desde un embarazo hasta contagiarse con una enfermedad y en el peor de los casos perder su autoestima. Es un proceso natural al que se enfrentan y necesitan se les dedique tiempo. Es importante que los padres establezcan un diálogo con sus hijos y sean los mejores amigos. Padres, si ustedes no se preocupan por educar correctamente a sus hijos sobre la sexualidad, lo aprenderán en la calle y no necesariamente de la forma correcta.

El cambio a la escuela intermedia provoca en el joven una sensación de superioridad. Han dejado la escuela elemental, en otras palabras el escenario maternal, para enfrentarse a un ambiente donde tienen que competir para sobrevivir y se sienten libres. Libertad que adquieren debido a que los padres no visitan el plantel escolar con tanta frecuencia o los supervisan muy poco. Dicha situación les lleva a sentir que son dueños de sus vidas. Piensan que sus padres son anticuados. Para ellos no tiene valor y mucho menos importancia lo que sus padres opinan. Esto ocurre cuando no ha existido una buena comunicación entre padres e hijos. El nivel intermedio es un escenario en el que encuentran una serie de problemas. Si no se les ha informado como proceder ante estas situaciones, pueden sumergirse en los males sociales, tales como drogadicción, prostitución y delincuencia. Lograr que salgan de eso es difícil, pero tiene solución, si como padres responsables acuden a donde sea necesario para ayudar a sus hijos.

Las situaciones antes mencionadas provocan que el joven empiece a ausentarse a sus clases y pueda ser un posible desertor. Es posible que comiencen a pensar que obtener una educación no es importante para su futuro inmediato. Los medios publicitarios están presentando noticias sobre este particular continuamente. Según un estudio realizado por Maldonado (2001), en Puerto Rico la deserción escolar es un mal que afecta la sociedad y que precisamente comienza en el nivel intermedio. De acuerdo con el censo del 2000, el 14 % de los jóvenes entre 16 y 19 años son desertores escolares, en su mayoría al llegar al nivel superior o antes de llegar a éste.

La época de los tabú pasó, lo que necesitamos es comunicación entre padres e hijos. Como padres olvidemos un poco nuestras responsabilidades en el trabajo y dediquemos más tiempo a nuestros hijos que necesitan vernos como amigos y no como enemigos. No es con discusiones y castigos que vamos a llegar a ellos. Es necesario escucharlos y presentarles nuestro punto de vista sin ofenderlos, con razones válidas que puedan sustentar lo que deseamos explicar. Dejemos de criticarlos y busquemos la forma para que aprendan a reconocer sus errores y a enmendarlos de la manera correcta. Es nuestra responsabilidad ayudar a lograr un futuro mejor, formando jóvenes para un mejor porvenir.